Buscar en este blog

martes, 18 de diciembre de 2012

La paja y el ojo ajeno, por Hugo Braga





“La mayoría de los críticos son hombres que no han tenido suerte y que en el momento que estaban en los lindes de la desesperación encontraron un modesto y tranquilo trabajo de guardián de cementerios”.
                                                                                                 J.P.Sartre




Haz siempre lo que sientas, nos proponen desde la experiencia o desde la subjetividad casi inentendible, esto suena ensordecedor sobre todo en días donde la razón y el funcionalismo destituyen y desprecian la expresión artística desprejuiciada o inútil, como así también niegan el hacer por el hacer que es como un sucesor tal vez más puntual del ya antiguo arte por el arte.
La crítica de Arte, así como cualquier campo de conocimiento, busca ampliar sus alcances. Estamos ya lejos de aquellos duros enfrentamientos entre el artista y el crítico que terminaban por destruir al analista ya que no tenía relación matérica-tangible con el Arte. Bueno, lo cierto es que sí puede haber crítica sin producción por parte del crítico, como también puede haber crítica sin producción de textos, libros, ensayos o artículos. Otra de las críticas hechas a la crítica es aquella en torno al campo del que proviene el crítico, la intolerancia hacia, por ejemplo, periodistas que escriben sobre Arte o  bien hacia el propio público que termina transformándose, para algunos artistas, en entes que solamente respiran y reciben todo lo que les des sin inmutarse; una gran subestimación.




Es verdad, la que en algún momento fue llamada “prensa especializada” actualmente ya no existe y ese saber profundo y específico, hoy, ha caducado. Como así también la preocupación por la búsqueda de información y es por eso que el mismo periodista que habla sobre Van Gogh luego lo hace, sin hacer diferencias, sobre Madonna.


En el ámbito de la plástica o de las Artes visuales ha pasado que los críticos han publicado sus coloquiales textos sin imágenes o peor, sin las imágenes de las obras a las que están haciendo alusión, como si todos fuéramos a los mismos lugares donde estuvo y dando por sentado muchísimos aspectos que son vinculantes para ingresar o aprehender una obra, demás está decir lo confusos e indignantes que suelen ser estos libros.
En principio creo que la crítica puede hacerla cualquier persona, lo que podemos discutir luego son cuestiones ideológicas, filosóficas o  formacionales: donde el crítico dentro de su honestidad podría preguntarse sobre su status o jerarquía real como para decir o escribir tal o cual cosa sobre alguien o sobre algo. No nos olvidemos también que la crítica puede enviar a alguien al triunfo o al fracaso, esto, concretamente, sigue ocurriendo. Son especies de padrinazgos en los que los ahijados que son los artistas se vuelven indiscutibles ante la sociedad y ante los demás artistas: el es bueno porque lo digo yo.
El crítico de alguna manera tiene el doble poder de legitimar o preparar a alguien para el olvido.
El criticado suele llevar la crítica al plano personal, terminando siempre herido, angustiado, frustrado y deprimido, creyendo y pensando que la crítica es hacia él, hacia su persona y  en el peor de los casos acusa al crítico de envidioso.
El gran problema de la crítica es la conciencia y su oficio central que es intentar insertar una obra en un espacio y tiempo para así comenzar un interrogatorio que delimitará los alcances de esa propuesta artística como así también sus posibles nuevas brechas abiertas.
La crítica tiene una particularidad que es el dolor ya que se relaciona con el crecimiento o bien con el progreso. Todo crecimiento duele, entender duele y de darse las condiciones necesarias ya podríamos hablar de progreso si crecemos entendiendo. No siempre el hombre puede ser objetivo con aquello que produce porque lo que produce está dentro suyo así como está afuera. Entonces, en la medida que pueda disociar su producción de su cuerpo y  viceversa es que podrá pensar la crítica como algo favorecedor y gratificante y no como algo destructivo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario